Ropa blanca 1925

Hoy toca cambio de siglo. Habitualmente me muevo por el XIX, pero en diciembre de 2019 conseguí hacerme con un ejemplar de La Moda Elegante de agosto de 1925 con patrones en perfecto estado y decidí que 2020 sería el año perfecto para hacerme un conjunto sencillo de los locos años 20 😁

En un principio no iba a empezar con esto hasta septiembre, pero con el tiempo que he ahorrado al teletrabajar y no poder (ni querer) salir de casa durante el estado de alarma, había terminado el juboncillo sin mangas y un par de cosas de ropa de diario y necesitaba algo sencillo para compaginar con los otros proyectos en los que aún estoy en fase de pruebas de patrón, así que lo adelanté.

El patrón corresponde a la camisa y pantalón de arriba a la izquierda

Lo primero para cualquier época es empezar por la ropa interior y, en los años 20, lo más básico era la «ropa blanca». Yo me decanté por camisa y pantalón, ya que era el patrón que tenía, y decidí que la decoración iba a ser la más sencilla: puntilla y una cinta.

Sacar los patrones fue la odisea mayor, porque aunque son del mismo tipo que los de otras épocas (es decir, igual a los de las revistas de patrones modernas, pero todas las líneas en negro), aquí han puesto demasiados patrones por hoja y llega un momento que ya no distingues unas lineas de las otras.

Mi truco suele ser llevar el patrón a una copistería y que me lo fotocopien (ojo, buscad un poco porque la mayoría de copisterías no hacen este tamaño, y de las que lo tienen, el precio se puede estar en un rango de 3€ a 20€ por copia), y después marcar las líneas que me interesan con rotuladores fluorescentes de diferentes colores.

Después ya la cosa fue tan rápido que la camisa la hice en un solo día.

El pantalón son solo dos piezas, una por cada pata y en la cintura se hace un dobladillo, dejando un trocito sin coser para poder ponerle una goma. Como es una prenda que se va a lavar con frecuencia, todas las costuras las hice francesas, y las puntillas las cosí con una técnica de la época que saqué del libro «Underwear and lingerie», que encontré gracias a Lina de la web Sew Historically.

Para la camisa usé las mismas técnicas, aunque antes de coser nada la hilvané para asegurarme de que podía ponérmela por la cabeza, porque no lleva aberturas. En el escote hice un dobladillo un poco más ancho para evitar que la tela se deformase con el uso y puse un entredós con una cinta.

Para colocar los tirantes simplemente doblé los extremos de modo que quedasen en la parte interior y los cosí al dobladillo con punto de lado.
En la foto podéis ver cómo lo coloqué, es el de abajo.

Y con esto ya estaba lista para empezar a hacerme el vestido. Pero esa odisea será narrada en otra ocasión 😉

Camisa escotada 1864-65

Por fin he terminado la primera camisa interior para el traje de crinolina.

Camisa escotada

Esta vez he hecho mucho más uso de la máquina de coser de lo que es habitual en mí. Todas las costuras excepto el remate del escote y las mangas están cosidas a máquina, y para no tener que sobrehilar hice costuras francesas 😉
El patrón está basado en los que aparecen en «La moda elegante ilustrada», pero lo hice directamente en la tela porque esa batista sólo tiene 80cm. de ancho y no tenía más misterio que cortar dos rectángulos del largo que necesitaba, hacerles la forma del escote y las sisas, cortar dos nesgas triangulares para los laterales y dos tiras rectangulares para las mangas. El encaje tiene 4cm. de ancho y lo tuve que comprar especialmente para la ocasión porque no encontraba el que iba a utilizar en un principio (apareció ayer, cuando estaba todo cosido)

Detalle

Los hombros se pueden abrir. El modelo que usé llevaba un ojal en la pieza delantera, pero yo preferí hacerle un ojal de hilo. No he conseguido averigüar aún si es histórico, pero la tela era demasiado fina para hacer un ojal normal.
Al final he tardado alrededor de 12 horas, repartidas en quince días

Mañana, después de un día de descanso, empezaré con los pantalones. Espero tardar menos, porque el patrón que voy a usar es comercial 😉

Bibliografía:
– La moda elegante, 1/05/1864. Consultada en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional el 16/05/2013

Patrón esquemático (no está a escala):

 

Empezando con el vestido

Prueba del patrón

Tras un bajón la semana pasada durante el que me planteé seriamente dejar el proyecto, volví el lunes con nuevas energías a atacar finalmente el vestido. En un principio mi idea era usar el patrón de S&S que compré a la vez que el del corsé, pero tras leer las instrucciones y ver que había que ponerlo por la cabeza cambié de idea. Es un poco fastidioso ponerse algo por la cabeza cuando casi no puedes levantar los brazos 🙁 Rumiando otras opciones pensé en reformarlo para que se cerrase en la espalda, pero ahí seguía teniendo el problema de necesitar ayuda para ponérmelo; después pensé que cerrase en un lateral, pero visto el éxito de la enagua (anotada para rehacer en cuanto pueda) no me pareció lo mejor… Finalmente se me encendió la bombillita mientras curioseaba por la red: ¡bib-front dress!

A pesar de lo rimbombante que el nombre suena en castellano, es más o menos como decir «vestido con frontal de babero» XD Básicamente el cuerpo es una especie de chaquetilla en el que el frontal va cubierto por una pieza como el «babero» de un mandil, por lo que se puede poner sin problemas por los pies, y la falda se ata con cintas. Por lo que he visto es fácil de hacer y tengo una muestra del patrón en el libro de Patterns of Fashion 1 (y las instrucciones en la web de Koshka-the-cat, esa mujer me está salvando la vida XD) Otra de las ventajas que tiene es que el cierre interior queda en dos capas y el exterior son otras dos, por lo que mi enagua no necesita cuerpo, que es lo que más problemas me ha dado 🙂

La tela será la misma que he usado para la camisa y la enagua: batista de algodón blanca ultra fina y llevará en el bajo un volante de puntilla sin más decoraciones. Todo el bombo de este traje irá en el jubón, que finalmente y por falta de fondos será de paño de lana violeta (la que usé para el vestido medieval). Con un poco de suerte y viendo que este vestido es facilísimo de hacer y que voy a usar la máquina de coser para las múltimples costuras de la falda (recordad, mi maravillosa tela tiene 80 cms. de ancho… porque encogió 10 cms. cuando la lavé ^^; ) y para toda aquella costura en que no se vean las puntadas. Los remates y todo lo visible a mano, pero de eso hay más bien poquito. Mi idea es que esté en quince días, por tanto tardaré el doble 🙂

En la foto podéis ver cómo va quedando la prueba del patrón. He tenido que añadir un poco en el escote para que no se vea la camisa, y ésta la tuve que retocar también. La pinza que lleva bajo el pecho no es para este vestido en concreto porque esa parte no se ve, sino que la he hecho para otros cuerpos. Este patrón ha quedado tan perfecto que es el que voy a usar para el jubón y para cualquier otro vestido que lleve este corte 🙂

Otra cosa en la que estoy empezando ya a pensar es en la mantilla y la basquiña. A pesar de que en mi diseño original sólo hay mantilla he decidido intentar hacer una basquilla también, principalmente porque cuando hice el diseño había leído mal mis fuentes y entendí que se había dejado de llevar en 1810, cuando al parecer fue más bien hacia 1820. Básicamente la basquiña es una sobrefalda negra, hecha bien de red con adornos de madroños, de seda o de otros materiales con adornos según lo rica que sea quien la lleva (que eran todas las mujeres, nobles o plebeyas) que se ponía para salir a la calle y se quitaba al entrar en alguna casa, ya fuese la tuya o la de los demás. Mi basquiña será de tela sencilla negra (me estoy planteando hacerla en mi batista multiusos y  teñirla) con adornos de cinta de tercipelo y encaje en el bajo, y la mantilla de muselina negra con borde de encaje. Sencillo a más no poder.

Medievales 2011

¡Y aquí está! 😀

Camisa margomada y saya encordada

Está mal que yo lo diga, pero queda precioso, y eso que el acabado es provisional 🙂 Poco a poco iré retocando lo que queda por acabar o no me gusta, por ejemplo cambiar el remate del cuello de la camisa, estrecharla y encordarla, además de los cambios que ya comenté en la saya.
También me falta por hacer el pellote, el manto y un velo, porque aunque todos me digan que aparento veintipico, no estoy segura de que por aquellas fechas me pudiese hacer pasar por doncella para ir «en cabellos» XD

Pero todo esto ya entre agosto y septiembre, porque junio es el «mes 1812»  y en julio descanso 😀

Vestiduras pontificales del arzobispo Ximenez de Rada

Vestiduras pontificales del arzobispo Ximenez de Rada, siglo XIII
Ministerio de Cultura, año 1995
ISBN 848181105X

Encontrar este libro ha sido como encontrar el «grial» de la confección del siglo XIII, ya que a pesar de ser una vestimenta ya no sólo masculina sino religiosa, las explicaciones de los procesos de confección se pueden aplicar a la ropa de mujer sin problema. Desgraciadamente parece que ya está descatalogado, pero lo tienen en algunas bibliotecas y si en la vuestra no está siempre lo podéis solicitar vía préstamo interbibliotecario (que en algunos casos os puede resultar gratis)
Cada capítulo trata sobre el proceso de restauración de una de las piezas encontradas en el sepulcro, con información sobre la época, diagramas, fotografías del antes, durante y después, resultados de espectrografías para determinar los tintes originales y explicación de los sistemas de costura.
En general, lo que más interesante me ha parecido son las diferentes formas de cuellos de las prendas, muy diferentes del arquetipo habitual de cuellos de herradura o redondos: el del alba forma una «W» con el pico central más corto, y el de la camisa más corta (llevaba puestas tres diferentes, además de alba, dalmática y túnica) tiene forma de botella invertida, y está rematada en el extremo inferior con dos ojales ciegos. También el detalle de que las nesgas del alba están fruncidas en su parte inferior con punto de nido de abeja, algo que sólo había visto mencionar a una recreacionista americana acerca de una estatua, y que no estaba completamente segura de que no fuese una licencia artística.
Otra razón por la que  me he alegrado muchísimo de encontrar este libro es que me ha quitado varias dudas que me habían surgido a la hora de hacer mi traje del siglo XIII: si realmente el punto que estaba usando para el bordado era el correcto, y si las cintas de adorno estaban realizadas en un telar de cartones (tablet weaving) tal y como las voy a hacer yo. La respuesta a ambas a sido un «sí» rotundo 🙂 Aunque a pesar de esto me he encontrado con dos cosas que estaba haciendo mal,  ya que las costuras se hacen de forma bastante diferente a la que yo he usado, y el resultado final es el de una costura francesa moderna, cuando las mías quedan como costuras normales abiertas.
Diagrama costuras

Arriba os dejo el diagrama de las costuras del alba.

Regreso al siglo XIII

Saya encordada

¡Por fin he llegado a la parte final de la saya encordada! En este punto está aún necesitada de muchos retoques porque esta tela es un poco más gruesa que la que usé para la prueba y no cae igual, además que por alguna razón los hilvanes se me abren al ponérmela. Las arrugas que se ven en la parte cerrada son debidas a que no la he cerrado con cordones, simplemente le puse unos alfileres, pero al ajustarla desaparecen. Aún estoy dudando si ponerle decoración en el cuello y las sisas, o si al llevar la camisa y el pellote bordados será demasiado recargado.

Saya encordada

La camisa, por su parte, está con una manga terminada de bordar, lista para seguir con ella a principios de septiembre. He decidido darme un descanso del punto de cruz, ya que es imposible tener el traje terminado para octubre con el ritmo que llevo, aunque espero tardar bastante menos en terminar la segunda manga, y procuraré no hacer el bordado del cuello y pecho demasiado complicado para no tardar un año en terminarlo.

Manga de la camisa

Diario de costura III – avance del bordado

Mes y medio de trabajo

Visto que el bordado me va a llevar siglos (ya veis aquí lo que he hecho en mes y medio), he decidido ponerme a coser la saya antes de terminar la camisa. Le echo nueve meses al bordado completo, así que era lo más lógico XD

Empezaré con los patrones el fin de semana que viene, y con un poco de suerte en un mes estará casi terminada, porque la tela de lana no se deshila y no tengo que sobrehilar toooda la prenda XD Espero que para entonces ya pueda hacer un diario de costura en condiciones y no los mini-avances que subo ahora ^^

Diario de costura II – empezando a bordar

Bordando el puño de la manga

Aquí se puede ver lo que llevo bordado.

Es el puño de una de las mangas, que están marcadas en un trozo de tela lo bastante grande como para que me quedase margen al ponerla en el bastidor.
Cuando llevaba tres centímetros de bordado me dí cuenta de que estaba haciendo los puntos demasiado pequeños para poder terminar todo el bordado (mangas, pecho y cuello) a en el tiempo que me he dado para hacerlo, así que los puños irán bordados a este tamaño, pero el resto irá algo más grande.

Ultimo post del año

Bordado en punto de cruz

Prueba de bordado

Aquí adelanto un poco cómo se verá el bordado de la camisa. En este poquito he tardado casi cinco horas, así que empiezo a pensar que la camisa no estará terminada en menos de dos meses, y eso bordando al menos una hora todos los días.

Y con esto, ¡feliz Navidad y próspero año 2010!.

Traje de corte del siglo XIII

A pesar del escaso tiempo que tengo libre últimamente, he decidido embarcarme en un nuevo proyecto: un traje medieval para mí.

Hace tiempo que quería hacerme un traje para ir vestida a las fiestas medievales (reconozcámoslo, aquí en León city no hay demasiada posibilidad de vestirse de época si no es esto), pero no tenía muy claro que época de todo el medievo quería, y finalmente me he decidido. El siglo XIII es el que más información de su propia época tiene, gracias a los libros miniados de Alfonso X el Sabio, y por tanto el que me va a ser más fácil recrear con cierta corrección histórica. Porque claro, ya que estoy metida en el meollo de la historia de la moda, qué mejor forma de utilizar todo lo que estoy aprendiendo que hacerme algo para vestir que no sea completamente «cinemedieval».

TRAJE DE CORTE DE LA ÉPOCA DE ALFONSO X EL SABIO

El traje consistirá en las siguientes piezas:

– Camisa margomada: Es la ropa interior de la época. Lleva las mangas, cuello y pecho bordados generalmente a punto de cruz y con motivos geométricos.
– Saya encordada con mangas cosedizas: Vestido de encima, ajustado hasta la cadera y con vuelo en la falda. Las mangas van aparte y se pueden llevar o no llevar puestas, dejando ver los bordados de la camisa.
– Pellote: Traje que se lleva sobre la saya, sin mangas y con las sisas abiertas en algunos casos hasta la cadera.
– Capiello: Tocado de la época.

Para la camisa margomada me he hecho con tela de algodón en el Ikea, por 1,99€ el metro. El color es un blanco roto, y se ve el cruzado de los hilos del tejido lo suficientemente bien como para que se pueda bordar sin problemas. Aún no tengo claro el diseño que quiero utilizar, pero como muy tarde empezaré con ella en enero. Para el peyote también tengo ya la tela, de hecho desde hace algunos meses; es una tela bastante gruesa, más bien de cortina que de otra cosa, pero el diseño es bastante adecuado y los colores bonitos.
El corte va a estar basado en el ajuar funerario de Leonor de Castilla, con la saya lo bastante larga para arrastrar por el suelo y el pellote sólo hasta los pies. Para los adornos no voy a usar pasamanería, sino tiras bordadas a mano siguiendo la moda de la época, al igual que para el capiello.

Me he puesto de plazo para tenerlo completo hasta San Froilán del año que viene (5 de octubre), pero espero que tener acabadas la saya y la camisa antes del verano.  Además, voy a hacer un pequeño diario de costura con el proyecto, para ir enseñando todos los pasos, información que vaya recopilando, etc. Hay demasiada poca información en castellano al respecto y eso hay que solucionarlo 🙂