Reincidentes – enagua 1865

Tengo algunas prendas que parece que están acabadas, pero algún tiempo después te das cuenta de que necesitan uno o dos cambios.

Eso me ha pasado con la enagua del traje de crinolina elíptica. Había terminado de montarla, había escrito y publicado la entrada correspondiente, y llegó el momento de probar la falda con ella: no me gustaba. ¿El problema? que el bajo de la falda se metía por debajo de la crinolina al caminar. Es un problema que no ves en el maniquí y que queda muy feo (o al menos a mí no me gusta nada que haga eso 😅) Así que tocó buscar solución.

La mejor opción era añadir un volante en el bajo, así que me puse a buscar en los ejemplares de La moda elegante de esa época para ver si había alguna referencia y, por suerte, la encontré.

Nadie dijo que la suerte fuese buena. Los volantes encañonados parecen muy sencillos de hacer, pero al final estuve más de 10 horas repartidas en tandas de 2 horas midiendo, doblando y planchando 12 metros de tela. Nunca más. He de decir que el modelo lo usé solo de inspiración y que, aparte de que los volantes los hice sin separación, la parte del encaje la obvié, porque es mucho dinero y no queda bien con las lorzas que ya tenía. Por suerte montar y coser el volante ya fue fácil, aunque se tarda bastante porque hay que sujetar cada pliegue con alfileres. Y claro, no podía salir bien a la primera.

En la foto solo tengo montada la mitad, pero ya se ve que es muuuy larga. Así que tocaba añadir otra lorza, porque me negué a deshacer la cintura para acortarla por ahí.

Al final, a pesar de los errores, he quedado muy contenta con el resultado, así que espero no tener que volver a retocarla en el futuro (excepto para ensanchar la cintura, que con la cuarentena adelgacé 😑) .

Falda 1865

¡Celebremos una fiesta! ¡La falda del demonio está terminada!

No, ahora en serio. Creo que esta es la prenda que más dolores de cabeza me ha dado en mi vida y llevo dándole a la aguja desde que tengo uso de razón.

La empecé en diciembre de 2018 y la terminé en abril de 2020: un año y cuatro meses en la que he estado a punto de quemarla cuatro ó cinco veces, sobre todo en la recta final.

Pero empecemos por el principio.
La cosa era sencilla: una falda con el mismo patrón que la enagua (uy, si no habéis visto mi instagram aún, tendréis sorpresa en la próxima entrada), ensanchado para dar más vuelo, con tablas, sin forro. Craso error, porque no he podido liarla más haciendo algo que con este proyecto.

Primer fallo: no hay fotos de proceso. Ni una hasta la primera que compartí aquí, con todo casi montado a falta de decoración y cintura.

Segundo fallo: las costuras de la mayoría de las piezas van hilo con sesgo (no llega a ser biés de 45º, pero la tela no está al hilo).En la enagua sin problema, pero al coser la falda los sesgos se me estiran y la costura queda «fruncida». Tardé meses en darme cuenta de por qué había pasado.

Tercer fallo: la espalda lleva dos piezas casi cuadradas. En vez de coserlas al hilo las cosí al contrahilo. ¿Cuál es el problema? Que no tienen el mismo comportamiento estructural y el brillo cambia. Y se nota. Otro problema que no ví hasta varios meses después.

Cuarto fallo: no ver los fallos y descoserlo todo en el momento.

¿Veis la diferencia de brillo entre la espalda y el lateral y esos frunces en la costura? Mea culpa 🙁

Quinto fallo: olvidarme de que esas faldas llevan bolsillos. Algún día descoseré una costura para ponérselo.

Sexto fallo: basé el patrón, con los cierres y todos los detalles, en una falda de esa época que lleva el delantero con tablas, pero la espalda fruncida. De este fallo hay fotos.

¿Véis como se abren las tablas en la espalda? Pues eso es porque si lleva tablas, el cierre va en una de las costuras laterales. Y claro, no lo ví hasta que ya había cosido la cinturilla. Tocó deshacer y volver a hacerlo, pero funcido.

Séptimo fallo: la decoración. Yo quería ponerle una cinta de terciopelo, que había comprado y era maravillosa, pero es demasiado gruesa y al intentar asentarla sobre la falda, como la parte de arriba tiene que quedar más corta que la de abajo (tened en cuenta que es como una campana) no quedaba bien ni dejaba hacer un pliegue. Al final me decidí por usar una cinta de la que había comprado el rollo entero, para decorar el cuerpo de baile con la misma y no tener que darle muchas vueltas.

Pero a pesar de todo, la he terminado.

Bibliografía:

Enagua para crinolina elíptica

Una simple enagua parece algo muy fácil, pero yo soy especialista en complicar hasta lo más sencillo. Lo primero que he hecho y en lo que he gastado casi un mes ha sido en buscar modelos y en ver cómo se hacían los patrones en la época. Lo primero no ha salido tan mal, pero lo segundo ha sido un suplicio, porque la ropa interior, al hacerse mayormente en casa y ser algo muy básico, era más normal que se enseñase de madres a hijas y que no apareciese en los libros de costura o revistas de moda, excepto por cómo hacer los adornos o algunos modelos de bordados. Seguramente hay algún libro de la época en inglés que lo explica, pero sin dibujitos, con lo que se me escapará la mitad de lo que dice. Al final me lié la manta a la cabeza y decidí que iba a hacer el patrón igual que haría para una falda, haciendo las piezas como cuñas pero con la cintura menos ajustada para poder hacer frunces y sin decoración. Siguiente paso: tomar medidas. Ponerse toda la ropa interior, el corsé y la crinolina y medir la cintura y el largo hasta el suelo por delante, detrás y los lados. También medir el contorno del bajo por si acaso. (Un consejo si tomáis las medidas por la mañana, no apretéis el corsé demasiado. Dejad espacio porque si no, el día que vayáis a un evento y tengáis que comer con él puesto va a ser un suplicio.) Al menos ésta es la teoría, pero yo pasé mucho de ella y lo que hice fue medir la crinolina sobre el maniquí. Una pensaría que con esto está listo para patronar, pero yo tiendo a meter la pata miserablemente cuando no tengo todos los detalles apuntados, así que lo que hice fue un esquema en pequeñito, y después ya pude hacer el patrón y cortarlo con más seguridad. Un par de semanas después, lavar la tela, plancharla, ponerla en el suelo con el patrón y a cortar. Siguientes pasos: coser las costuras verticales de la enagua y plancharlas (y que no os pase como a mí y se os olvide que hay que dejar una abertura para poder ponértela luego), volver a ponerte el corsé y la enagua y… darte cuenta de que no puedes hacerte bien la primera prueba porque en cuatro años has adelgazado y tienes seis centímetros menos de contorno. Tal y como comenté en la anterior entrada, me tocó retocar la crinolina para poder hacer la primera prueba para ver los largos, de la que no hay foto. Después volví a montarlo todo en el maniquí para poder ir probando varias opciones con las tablas de las piezas del delantero y los laterales (la espalda va fruncida). Después tocaba hacer el bajo, volver a montar el maniquí e ir ajustando el largo por la cintura hasta que quedase por donde yo quería, y volver a recolocar las tablas. Ahora ya toca montar la cinturilla, de la forma normal Y una vez terminada de coser y puesto el cierre, tenemos una enagua lista para usar. Como podéis ver en la última foto, el peso de la tela me empuja la crinolina hacia adelante, así que le he cosido en la espalda una pequeña almohadilla para ayudar a que se quede en su sitio, pero aún no he hecho fotos. Ahora ya puedo empezar con la falda, para la que voy a usar el mismo patrón que para la enagua. Y por último, los links a las páginas que he usado de referencia para este proyecto. https://www.pinterest.es/americanduchess/victorian-1860-1870/ http://thedreamstress.com/2014/02/the-ca-1860-paisley-petticoat/ https://historicalsewing.com/how-to-sew-cartridge-pleats

Explorando paso a paso V – La chaqueta

Un montón de tiempo sin parar por aquí… Las cosas se me han complicado ligeramente, más por confiarme yo misma que por causas externas. Al final acabé terminando el traje un día antes del evento para el que lo necesitaba y no quedó todo a mi gusto, pero podría haber sido peor (aunque cuando llegue a la parte de accesorios veréis el «maravilloso» sombrero que no quiso aguantar su forma con la humedad).

La chaqueta decidí hacerla directamente desde cero, porque no conseguía encontrar un patrón de la época. Hacía poco había comprado el libro «Creating Historical Clothes«, así que tenía una guía bastante buena y, tras unos pocos de fines de semana tenía ya cortada e hilvanada la prueba en tela de sábana (vaaale, fue un mes ^^; ). Resultó que la prueba me quedaba perfecta y sólo tenía que dar forma curva a la parte inferior delantera, así que retoqué directamente el patrón y me puse con la definitiva.

Toile

Las chaquetas de esta época normalmente van forradas de una tela de algodón que recuerda un poco a los forros modernos (sólo un poco, y porque es algo brillante), pero yo no tenía a mano nada parecido, así que usé una imitación de lino para el cuerpo y las mangas con algo de tela que me había sobrado de hacer camisas interiores.
El forro no se coloca como hoy en día, que se cose completamente la chaqueta y el mismo y después se monta, sino que cada pieza de tela se forra por separado y después se cosen como si fuesen una sola. En la foto de abajo podéis ver cómo quedó el delantero con el forro puesto , ya que aproveché para rematar las vistas. Lo único que dejé para el final fue el bajo para que no hubiese problemas de largo y poder ajustar antes de terminarla.

Cuerpo delantero con forro

Las mangas son lo único que no me acaba de gustar de la chaqueta, y es probable que un día de estos me ponga y las reforme. En esta época la copa suele ir lisa, pero a mí me quedó demasiado grande para la sisa y no tenía tiempo de arreglarlo, así que la fruncí. Es lo que pasa por aprovechar el patrón de las de la blusa, que llevan una pequeña pinza en la parte de atrás que no se puede hacer con telas tan gruesas como ésta.

 

Detalle de la manga

Detalle de la manga

No lleva ningún cierre, ni para los puños ni en el cuello, pero aún así queda muy bien asentada y no se abre. Aquí la tenéis terminada 🙂

Chaqueta 01

Chaqueta 02 chaqueta 03

 

Explorando paso a paso I – Decidiendo

Normalmente con los vestidos lo tengo bastante fácil: veo una ilustración de época, me gusta el vestido y decido hacerlo; a partir de ahí es buscar cómo se hacía y coser. En este caso no iba a ser tan fácil, ya que primero tenía que averiguar cómo vestían las exploradoras de comienzos de la época colonial y ni siquiera sabía por dónde empezar a buscar hasta que Elisabeth compartió información. Entre las pocas de las que he encontrado fotos, hay bastante variedad, pero todas van hasta cierto punto de acuerdo a la moda del momento (incluso en crinolina), excepto en un par de ilustraciones, que llevaban la falda un poco más corta, una chaqueta sobre una blusa y pantalones debajo de la falda.
Buscando más información sobre ese tipo de ropa, me encontré con las «vivandières» o «cantinieres», que acompañaban a algunos ejércitos desde la década de los ’50 del siglo XIX, y de ahí, de nuevo Elisabeth (en serio, no sé cómo lo haces XD) me habló de la moda «bloomer«, que no fue mayoritaria pero sí lo bastante importante como para que haya algunas fotografías.

Por lo que he ido viendo, ese estilo de vestir no era uniforme y había tanta variedad como mujeres lo llevaban; la única constante eran los pantalones (de hombre o tipo bombacho) debajo de una falda que llegaba aproximadamente por media pantorrilla. Otro detalle diferenciador es que no se lleva corsé ni enaguas. Una moda atípica, pero siempre me han gustado las cosas raras 😉

Y éste es el diseño que he elegido: un corpiño blanco, con pantalones, falda y bolero a juego, en verde con adornos de cinta negra.
El corpiño lo haré de batista, con cuello y puños con un bordado sencillo. El resto aún estoy decidiendo si usaré seda sintética, paño de lana o algodón. Probablemente lo que me salga más barato, porque sólo para el bolero se necesitan aproximadamente dos metros, otros cinco o seis para la falda y con suerte las sobreces para el pantalón, que puede hacerse la parte que queda tapada con otra tela más barata.

Pantalones 1864-65

Y terminada está la ropa interior fácil 🙂
He de decir que lo acabé de coser el martes, pero hasta hoy no he podido hacerle fotos.

Pantalón 1864-65

El modelo del pantalón es un mix entre el patrón 2890 de Simplicity y el que aparece en La Moda Elegante de 12/03/1865. Ha sido bastante fácil de hacer, aunque un poco más laborioso porque en lugar de costuras francesas, he hecho costuras cargadas cosidas a mano, y todos los ojales también han ido a mano en vez de a máquina.
Por si alguien está intersado, lo que he cambiado ha sido el tipo de cierre y el acabado del bajo; en lugar de cerrar en la espalda, cierra en los laterales con un cordón que ajuste en la espalda, y los adornos de las perneras en lugar de hacer jaretas he añadido una cinta. Vamos, lo más sencillo.

Por cierto, una nota sobre algo que me ha llamado la antención: en todas las webs y la mayoría de libros he leído dicen que el pantalón va debajo del corsé, sin embargo en La Moda Elegante indican que lleva un ojal vertical en el centro para sujetar al corsé, y los corsés que aparecen en esas fechas llevan, algo por debajo de la cintura, un corchete grande. Traducción a sencillo: algunos pantalones van por fuera del corsé en esta época.

Detalle pantalón

Y ahora me vuelvo a la máquina de coser. Estoy trabajando en varias cosas a la vez y tienen que estar acabadas este mes 🙂

Camisa escotada 1864-65

Por fin he terminado la primera camisa interior para el traje de crinolina.

Camisa escotada

Esta vez he hecho mucho más uso de la máquina de coser de lo que es habitual en mí. Todas las costuras excepto el remate del escote y las mangas están cosidas a máquina, y para no tener que sobrehilar hice costuras francesas 😉
El patrón está basado en los que aparecen en «La moda elegante ilustrada», pero lo hice directamente en la tela porque esa batista sólo tiene 80cm. de ancho y no tenía más misterio que cortar dos rectángulos del largo que necesitaba, hacerles la forma del escote y las sisas, cortar dos nesgas triangulares para los laterales y dos tiras rectangulares para las mangas. El encaje tiene 4cm. de ancho y lo tuve que comprar especialmente para la ocasión porque no encontraba el que iba a utilizar en un principio (apareció ayer, cuando estaba todo cosido)

Detalle

Los hombros se pueden abrir. El modelo que usé llevaba un ojal en la pieza delantera, pero yo preferí hacerle un ojal de hilo. No he conseguido averigüar aún si es histórico, pero la tela era demasiado fina para hacer un ojal normal.
Al final he tardado alrededor de 12 horas, repartidas en quince días

Mañana, después de un día de descanso, empezaré con los pantalones. Espero tardar menos, porque el patrón que voy a usar es comercial 😉

Bibliografía:
– La moda elegante, 1/05/1864. Consultada en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional el 16/05/2013

Patrón esquemático (no está a escala):

 

Gorro de baño

Gorro de baño

Aquí está el gorro de baño terminado 🙂

Sí, lleva un lacito en el frente y la cinta de adorno también lleva lacitos. Está tal y como se ve en el patrón de Harpers Bazaar que usé.
Al principio pensé que quizá habría que sujetarlo a la cabeza con horquillas, pero se sostiene solo incluso con el pelo recogido y metido en la parte de atrás. Ha sido muy fácil de coser, porque sólo lleva tres piezas y estaba bastante bien explicado para lo que suelen ser los patrones de la época.

El resto de cosas que he estado haciendo esta semana o no están terminadas o no se pueden enseñar, así que esto es todo por esta vez.

Elf Queen

Vestido

Por fin puedo presentar la primera mitad del vestido que pensaba hacer para el DPP de este año.Ha sufrido unas cuantas modificaciones para poder terminarlo rápido y que quede más sencillo, porque la idea original no era factible en un tamaño tan pequeño.

Está hecho de batista, los tirantes son una cinta dorada para atar paquetes que compré estas navidades en una tienda china, y las perlas son cuentas de diferentes tamaños. Las del bajo están principalmente para darle algo más de peso a la tela y ayudar a dar mayor caída.

El abanico es una pluma de pavo real sujeta entre dos piezas de goma eva, que se han pintado con pintura para tela dorada y se ha enroscado hilo dorado en el mango.

Como veis, es muy sencillo y queda precioso. No se le nota la barriga tanto como yo esperaba, así que simplemente será un vestido de gala y haré otro diseño para el traje de coronación. Y al cambiar el diseño, también he cambiado el material del sobrevestido: en lugar de la gasa granate que iba a usar, he rescatado del montón una camisa de pijama de viscosa (seda sintética) en tonos dorados que me regaló mi amiga Xeniadono y la voy a aprovechar. Puro reciclaje 😉

Detalle del vestido

Cuanto cuesta I – Corsé 1878

Hoy toca entrada con retraso, pero que creo que será muy interesante para los que empiezan en la recreación.

Para el traje de La Pepa decidí, aparte de anotar todo lo que hacía, cómo lo hacía y por qué algunas cosas no funcionaban o había que cambiar para la siguiente vez, indicar los costes finales. Por desgracia me despisté y no tengo todos los datos para saber cuánto dinero invertí en él, así que en los siguientes que he ido haciendo sí que lo he apuntado correctamente, y voy a ir haciendo un post por cada nuevo proyecto que termine con lo que me he gastado y las horas empleadas, para que se pueda ver el importe mínimo que implicaría encargar que te lo hiciese una profesional.
¿Y esto por qué? Pues porque ya me he encontrado una cuanta gente que cree que un traje de recreación es tan barato como comprarse una camiseta de rebajas en Stradivarius y creo que la única solución a esa mentalidad es enseñar realmente lo que cuesta confeccionar ropa.

Para el corsé, este es el listado de materiales:

1m cutí de rallas blanco (dos piezas, antiguo y comprado a precio de liquidación) = 2,50€
1 cremallera blanca de 35cm = 2,40
26 ojetes metálicos = 2,50 (de tienda china, incluye el remachador)
34 bridas de plástico industriales = 5,78
3,25m bies =2,93
2m cinta de raso blanca=1,60
1 bobina hilo= 1,50
1m cordon blanco= 1,35€

Total materiales = 19,21

La suerte estuvo de mi parte porque al ser mi primer corsé y estar sin fondos no usé ni varilla metálica, ni un busc, ni tela buena, que habría subido el coste de los materiales a alrededor de 50€

Mano de obra (10€*16) = 160€

El precio de 10€ está puesto a ojo y tirado a la baja. Yo, como trabajadora por cuenta ajena, tengo un coste por hora de 8-9€, pero no tengo que pagar electricidad, desgaste de maquinaria, desplazamientos, etc, por lo que una modista autónoma tendría que cobrar un mínimo de 15€ la hora para que le fuese mínimamente rentable, y lo ideal serían 20 ó 25€. Multiplicad, multiplicad y veréis.

Total coste corsé = 179,21

Como podéis ver, sube bastante más que comprar un corsé de una tienda, y estamos hablando de lo que me cuesta a mí. Si tuviese que hacer uno para vender, el mínimo serían 400€ con telas buenas y materiales completamente históricos.