Cuerpo de baile 1865 – I

A pesar de que estoy dedicándome principalmente al traje de paseo de 1925, no he dejado el conjunto de 1865. La ropa interior está casi terminada, la falda está lista, y ahora toca ponerse con el cuerpo.

En un principio la idea era hacer una «robe à transformation», que es un conjunto de falda, cuerpo de día y cuerpo de noche con la misma tela y decoraciones, pero no tengo suficiente tela.

En todos mis proyectos he comprado la tela mucho antes de tener el patrón y excepto en el vestido medieval y en el regencia, en todos me he quedado corta 😅

Para este conjunto, ahora que ya lo tengo a la mitad y he ganado algo de experiencia, en vez de los 4 metros que compré, tendría que haberme hecho con al menos 8, ya que no quiero usar la misma tela para las decoraciones, pero a la falda le añadiría otra pieza de un metro de ancho en la espalda y, con eso, me quedaría de sobra para los dos cuerpos y por si cometo algún error.

Pero como solo compré esos 4 metros, no me ha quedado otro remedio que hacer cambios. El cuerpo de noche, al llevar mangas cortas, gasta muy poca tela y me cabe justo en lo que me ha sobrado de la falda. Para el cuerpo de día voy a remodelar la blusa del traje de exploradora (que ahora me queda enorme 😑) y la acompañaré con una chaqueta. Y si quiero otro modelo puedo hacer un corpiño montante en un color que combine.

Ya había dado muchas vueltas a las revistas de ese año buscando modelos y al final me decanté por este de la portada de La moda elegante del 14 de marzo de 1865.

Además del patrón de la berta, en ese número venía un patrón básico de corpiño para otro modelo de berta, pero se podía combinar sin problemas, así que fue una suerte.

Como no tengo nada de experiencia con este modelo decidí montarlo en papel para ver la forma aproximada, los volúmenes y cómo asentaba en el maniquí, y después de darle un par de vueltas decidí hacer una prueba en tela de sábana sin cambiar ni una sola medida.

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Y acerté.

La parte del torso me quedaba perfecta, pero el pecho es mucho más grande y tengo dudas sobre si la espalda es estrecha o si lo normal es no poder levantar los brazos ni llevarlos hacia adelante 😅

El pecho se soluciona fácilmente, ya que la tela a lo largo de la costura se pliega por sí misma hacia donde se tiene que quitar, pero el resto ya no lo tenía muy claro.

Así que el patrón volvió a la mesa de dibujo… Y estaba preparándome mentalmente para hacer experimentos de patronaje cuando encontré esto en Pinterest:

¿Un cuerpo de baile que se cierra en el delantero? Sí. Y tirando del hilo encontré más cuerpos con este mismo estilo.

Y es un estilo ideal, porque uno de los problemas que tengo es que, salvo en los eventos, no tengo ayuda para ponerme la ropa, con lo que si tengo que elegir siempre saldrá ganando lo que sea más fácil de ponerme por mi cuenta. Así que toca otro cambio en el proyecto (además, el modelo me encanta 😍😍😍)

Aún no he empezado a transformar el patrón, he de decir que he estado un poco perezosa, pero espero ponerme con ello el mes que viene (después será como la falda y tardaré otro año 🤣)

Vestido de 1925 – Avance

Después de terminar la ropa blanca para 1925, toca ponerse con el resto del vestuario

Revisando la revista de la que saqué los patrones de la ropa blanca de 1925, me enamoré de este vestido. Además, resulta que es de crepé rosa y tenía tela de ese tipo y color entre las que había comprado hace tiempo, así que estaba convencida de que sería el vestido más sencillo que había hecho hasta el momento.

Craso error.

Resulta que tengo 2 metros de esa tela, pero al llevar la sobrefalda plisada, necesitaría más del doble.

¿Me desanimé y decidí buscar otro patrón? Ni hablar, yo quería ese canesú y que llevase sobrefalda, pero no había más patrones en la revista que se ajustasen (y para los que tuviese suficiente tela).

Al final decidí empezar a buscar un modelo para el bordado, que no venía en ese número, y mientras tanto ver qué podía hacer.

Después de darle vueltas y más vueltas al problema y de soltarle el rollo a mi madre (sabe coser también y suele ser a la que más doy la paliza con el tema), me decidí por modificar un par de elementos:
– Las mangas, porque todos los eventos a los que voy son en verano y entre los vestidos de paseo de ese número de La Moda Elegante los había que nos las llevaban
– La sobrefalda, que es la parte que más tela se lleva (tres veces el contorno de cadera para poder hacer el plisado), en lugar de hacerla como en ese vestido, decidí que quedaría casi igual de bonita con unos pliegues enfrentados a cada lado y me sobraría suficiente tela para hacer los bieses con los que rematar cuello y sisas.

Y en medio de la toma de decisiones del patrón, encontré un modelo de bordado precioso para el que tenía algo de material en casa y que además es muy sencillo, aunque como siempre tengo que liarme resultó que no tenía suficientes abalorios ni hilos. Por suerte en mi mercería habitual tenían una tintada igual del hilo de bordar (mis madejas tienen 30 años, los que llevéis tiempo en esto del bordado sabréis la odisea que puede llegar a ser encontrar el mismo color)

Siguiente paso una vez está todo decidido: modificar el patrón del cuerpo.

¡Sorpresa! Como hay cosas que es más fácil explicarlas a medida que las haces, he decidido ir grabando pequeños vídeos, aunque en ellos se puede ver que no tengo nada controlado 😆

Para la sobrefalda no hice patrón, ya que no es más que un rectángulo y en este momento aún estaba haciendo la prueba con tela de sábana para ver si la talla me valía.

Y como veis, me queda bastante bien, así que para este vestido no necesité hacer más modificaciones y ya estoy con la tela definitiva. Pero eso, para otra entrada 😜

Juboncillo sin mangas c.1810

A veces, en pinterest, una se enamora.

Encontré este cuerpo bordado y me encantó el diseño. Buscando el original para asegurarme de que realmente era de la época imperio (o regencia, como prefiráis), descubrí que está en el museo del Castillo de Malmaison y perteneció a Josefina Bonaparte.

Esto fue a principios de Marzo, cuando aún no se nos habría pasado a nadie por la cabeza que se iba a paralizar el país entero y a cancelarse todos los eventos, y yo pensaba que en mayo estaría en Madrid vestida de época; así que decidí hacer una versión sencilla con las telas que tenía en casa. Y cuando llegó el estado de alarma decidí que, a pesar de todo, quería hacerlo.

Tenía pocas ganas de hacer el patrón desde cero, así que utilicé el que tengo de vestido de Sense & sensibility y lo modifiqué para que tuviese las costuras lo más parecidas.

Creo que este ha sido el proyecto en el que más pruebas he hecho. Primero corté el patrón en la tela que iba a usar para el forro (batista de algodón) y ajusté las pinzas y la espalda, después esos cambios también hay que probarlos antes de cortar la tela del exterior, y el cruce del pecho, que en el original está cosido aparte, yo decidí hacerlo de una pieza así que tenía que dejarlo para el final y que no quedase ni muy largo ni muy corto.

También decidí coserlo a mano, siguiendo un tutorial de Koshka-the-cat, ya que tenía tiempo (el teletrabajo XD) y ganas. Al final no lo terminé hasta mayo, pero quedé encantada del resultado.

La verdad es que tener que estar encerrada en casa me ha venido hasta bien en el tema costura, en la próxima entrada os enseñaré otro de los proyectos que he terminado.

Reincidentes – enagua 1865

Tengo algunas prendas que parece que están acabadas, pero algún tiempo después te das cuenta de que necesitan uno o dos cambios.

Eso me ha pasado con la enagua del traje de crinolina elíptica. Había terminado de montarla, había escrito y publicado la entrada correspondiente, y llegó el momento de probar la falda con ella: no me gustaba. ¿El problema? que el bajo de la falda se metía por debajo de la crinolina al caminar. Es un problema que no ves en el maniquí y que queda muy feo (o al menos a mí no me gusta nada que haga eso 😅) Así que tocó buscar solución.

La mejor opción era añadir un volante en el bajo, así que me puse a buscar en los ejemplares de La moda elegante de esa época para ver si había alguna referencia y, por suerte, la encontré.

Nadie dijo que la suerte fuese buena. Los volantes encañonados parecen muy sencillos de hacer, pero al final estuve más de 10 horas repartidas en tandas de 2 horas midiendo, doblando y planchando 12 metros de tela. Nunca más. He de decir que el modelo lo usé solo de inspiración y que, aparte de que los volantes los hice sin separación, la parte del encaje la obvié, porque es mucho dinero y no queda bien con las lorzas que ya tenía. Por suerte montar y coser el volante ya fue fácil, aunque se tarda bastante porque hay que sujetar cada pliegue con alfileres. Y claro, no podía salir bien a la primera.

En la foto solo tengo montada la mitad, pero ya se ve que es muuuy larga. Así que tocaba añadir otra lorza, porque me negué a deshacer la cintura para acortarla por ahí.

Al final, a pesar de los errores, he quedado muy contenta con el resultado, así que espero no tener que volver a retocarla en el futuro (excepto para ensanchar la cintura, que con la cuarentena adelgacé 😑) .