Juboncillo sin mangas c.1810

A veces, en pinterest, una se enamora.

Encontré este cuerpo bordado y me encantó el diseño. Buscando el original para asegurarme de que realmente era de la época imperio (o regencia, como prefiráis), descubrí que está en el museo del Castillo de Malmaison y perteneció a Josefina Bonaparte.

Esto fue a principios de Marzo, cuando aún no se nos habría pasado a nadie por la cabeza que se iba a paralizar el país entero y a cancelarse todos los eventos, y yo pensaba que en mayo estaría en Madrid vestida de época; así que decidí hacer una versión sencilla con las telas que tenía en casa. Y cuando llegó el estado de alarma decidí que, a pesar de todo, quería hacerlo.

Tenía pocas ganas de hacer el patrón desde cero, así que utilicé el que tengo de vestido de Sense & sensibility y lo modifiqué para que tuviese las costuras lo más parecidas.

Creo que este ha sido el proyecto en el que más pruebas he hecho. Primero corté el patrón en la tela que iba a usar para el forro (batista de algodón) y ajusté las pinzas y la espalda, después esos cambios también hay que probarlos antes de cortar la tela del exterior, y el cruce del pecho, que en el original está cosido aparte, yo decidí hacerlo de una pieza así que tenía que dejarlo para el final y que no quedase ni muy largo ni muy corto.

También decidí coserlo a mano, siguiendo un tutorial de Koshka-the-cat, ya que tenía tiempo (el teletrabajo XD) y ganas. Al final no lo terminé hasta mayo, pero quedé encantada del resultado.

La verdad es que tener que estar encerrada en casa me ha venido hasta bien en el tema costura, en la próxima entrada os enseñaré otro de los proyectos que he terminado.

Alterando la crinolina

Cuando hice la crinolina allá en 2015, quedó todo muy bien excepto que la pletina de cierre del delantero quedaba floja, así que cuando me puse de nuevo con el traje de 1865 decidí ajustar esa parte. Como mi maniquí tiene (centímetro arriba/abajo) la misma medida de cintura que yo tenía, hice el ajuste sin ponérmelo, porque era más fácil ver lo que estaba haciendo. Descosí, volví a coser con el ajuste y quedó perfecto.

Y ahora viene el pero.

El domingo pasado decidí ponerme el corsé mientras estaba en casa para ver qué tal y cuánto tiempo aguantaba con él mientras hacía cosas sencillas…

¡Y ahora cierra del todo!

En el 2013 cuando lo hice le dejé seis centímetros de espacio en la espalda porque me parecía margen de sobra por si perdía un poco de peso, pero ahora he bajado de contorno de cintura un montón y me he comido el espacio, y sin apretarlo demasiado.

Y claro, toca retocar la crinolina porque es mucha diferencia y se nota. Por suerte sólo ha sido poner dos corchetes para sujetarlo su nuevo sitio, pero el delantero que en el maniquí quedaba perfecto ahora no queda tan bien. Eso si, me niego a volver a retocarla, mi perfeccionismo tiene un límite.

Y ahora a seguir con la enagua, que espero que esté terminada para el próximo post.

Jornada sobre figurinismo en medios audiovisuales

El pasado día 30 de noviembre el Museo del Traje de Madrid organizó, aprovechando la exposición del vestuario de la serie «Isabel», una jornada sobre figurinismo en los medios audiovisuales a la que la menda se apuntó exclusivamente por la parte sobre sobre vestuario histórico. Creo que es la primera vez que me apunto a un ‘curso’ de este tipo y salgo tan contenta.

Lo más importante que he aprendido ha sido que al hacer vestuario histórico para televisión hay una serie de problemas que hay superar y que hacen que no se pueda hacer tan fidedigno como a mí me gustaría: Primero, el presupuesto; segundo, el margen de tiempo; tercero, la visión del director y cuarto, lo que los actores van a tener que hacer en escena.

Respecto al presupuesto y al margen de tiempo, nos comentaron que para una serie histórica o una de época (sí, hacen una diferencia), suele haber poco de los dos. En dinero no dijeron, pero en tiempo dos a cuatro meses para un vestuario completo, con lo que salvo para los actores principales lo que toca es alquilar y reutilizar.
En los otros dos temas es igual de difícil, porque si el director quiere que en un escenario medieval las mujeres no se tapen la cabeza, pues no hay más, y si, por ejemplo, una actriz tiene que montar a caballo y correr despendolada por el monte, pues no le puedes poner un polisón y un corsé porque al no estar acostumbrada a llevar ese tipo de ropa no se podría mover.

Además de las ponencias, en el programa del curso estaba una visita a la exposición del vestuario de ‘Isabel’, ya fuera del horario del museo, con lo que tuvimos la sala para nosotros solos y no hubo que pegarse con nadie para poder ver los detalles. Y como siempre, el día que no llevo la cámara es el día que dejan hacer fotos… por suerte tengo una en el móvil, que aunque no da para mucho, algunos detalles sí que pude sacarlos. He subido todas las que saqué a Flickr para quien esté interesado en verlas.

Resumo algunos de los detalles con los que me quedé:
1- Que la famosa «glasilla» que aquí en León nadie sabe lo que es, es la tela blanca de algodón megabarata del ikea que usé para la camisa medieval (tenían un maniquí con una de las pruebas montada)
2- Muchos de los bordados estaban hechos primero en tul y después cosidos al traje.
3- No usar negro para los trajes. El brocado más bonito se pierde al hacer fotos o grabar.
4- Si no tienes la tela adecuada, hazla tú mismo. La capa que Isabel lleva en la escena de la rendición de granada era lisa, y le habían pintado y bordado el «brocado»
5- El bordado en punto de cadeneta es rápido y queda muy resultón, especialmente si lo haces en rayón e hilos metálicos

Y para terminar, una selección de fotos 🙂

Cuanto cuesta I – Corsé 1878

Hoy toca entrada con retraso, pero que creo que será muy interesante para los que empiezan en la recreación.

Para el traje de La Pepa decidí, aparte de anotar todo lo que hacía, cómo lo hacía y por qué algunas cosas no funcionaban o había que cambiar para la siguiente vez, indicar los costes finales. Por desgracia me despisté y no tengo todos los datos para saber cuánto dinero invertí en él, así que en los siguientes que he ido haciendo sí que lo he apuntado correctamente, y voy a ir haciendo un post por cada nuevo proyecto que termine con lo que me he gastado y las horas empleadas, para que se pueda ver el importe mínimo que implicaría encargar que te lo hiciese una profesional.
¿Y esto por qué? Pues porque ya me he encontrado una cuanta gente que cree que un traje de recreación es tan barato como comprarse una camiseta de rebajas en Stradivarius y creo que la única solución a esa mentalidad es enseñar realmente lo que cuesta confeccionar ropa.

Para el corsé, este es el listado de materiales:

1m cutí de rallas blanco (dos piezas, antiguo y comprado a precio de liquidación) = 2,50€
1 cremallera blanca de 35cm = 2,40
26 ojetes metálicos = 2,50 (de tienda china, incluye el remachador)
34 bridas de plástico industriales = 5,78
3,25m bies =2,93
2m cinta de raso blanca=1,60
1 bobina hilo= 1,50
1m cordon blanco= 1,35€

Total materiales = 19,21

La suerte estuvo de mi parte porque al ser mi primer corsé y estar sin fondos no usé ni varilla metálica, ni un busc, ni tela buena, que habría subido el coste de los materiales a alrededor de 50€

Mano de obra (10€*16) = 160€

El precio de 10€ está puesto a ojo y tirado a la baja. Yo, como trabajadora por cuenta ajena, tengo un coste por hora de 8-9€, pero no tengo que pagar electricidad, desgaste de maquinaria, desplazamientos, etc, por lo que una modista autónoma tendría que cobrar un mínimo de 15€ la hora para que le fuese mínimamente rentable, y lo ideal serían 20 ó 25€. Multiplicad, multiplicad y veréis.

Total coste corsé = 179,21

Como podéis ver, sube bastante más que comprar un corsé de una tienda, y estamos hablando de lo que me cuesta a mí. Si tuviese que hacer uno para vender, el mínimo serían 400€ con telas buenas y materiales completamente históricos.