Explorando paso a paso IV – la falda

Después de descubrir que el problema de la máquina de coser era que no le gustaba el grosor del hilo que estaba usando, la falda fue coser y cantar.

Es la única pieza de ropa para la que no he usado patrón, porque tenía la tela justa y la falda básicamente es un rectángulo de tela formado por dos piezas, con una cinturilla que es otro rectángulo. Para ajustar el tamaño a la cintura le hice tablas, a ojo de buen cubero, y simplemente le cosí la cinturilla dejando un poco más de ancho para solapar la abertura que dejé en un lateral. Al final, terminada en dos fines de semana y podría haber sido uno solo si no fuera porque últimamente estoy completamente aperezada y no tengo demasiadas ganas de coser.

Como nota curiosa, comentar que para que la blusa no se salga de debajo de la falda, llevan en la cinturilla unos corchetes. Lo he visto ya en el traje de baile que estoy haciendo y me ha parecido muy útil.

Ahora sólo me queda la última pieza, la chaqueta, y hacer un par de retoques a la blusa.

Detalle de la cinturilla

Falda I

Falda II

Explorando paso a paso III – el pantalón

A veces algunos proyectos hacen que te quieras dar de cabezazos contra la pared. Éste ha sido uno de ellos. No por el pantalón en sí, que ha sido muy fácil de hacer, porque usé un pantalón corto que me había regalado Xeniadono por si quería usar la tela, y sólo tuve que estrechar los laterales, ponerle una cinturilla y botones para cerrarlo, y después añadir en la tela que iba a quedar a la vista el resto de la pernera hasta el tobillo.
¿El problema? La máquina de coser. Decidió que la tela de la pernera (que también voy a usar para la falda) no le gusta y no va a coserla bien. ¿Solución? Como quería acabarlo rápido y sólo tenía que coser los laterales, lo cosí a mano.

Por cierto, el usar una tela diferente y más barata en las piezas que no quedan a la vista es una solución completamente histórica cuando no tienes suficiente dinero o suficiente tela. De hecho, cuando acabe con el traje y suba la entrada con toda la bibliografía y referencias, veréis un traje de este estilo hecho cortándole el bajo a un vestido y usando esa pieza sobrante para añadir a un pantalón.

Siguiente pieza: la falda

 

Nuevo tumblr

Con el tema de las webs está comprobado que soy una perezosa de aúpa y tener que sacar la cámara para hacer fotos de proceso de los trajes, pasarlas al ordenador y después hacer una entrada con ellas es demasiado trabajo, así que he buscado una forma más sencilla hacerlo. Y como mi móvil es uno de esos «smartphone» y tiene cámara (no muy buena, pero tiene), al final me he decidido por abrir un Tumblr y aprovechar que puedo compartir las fotos al instante desde allí, así que, empezando por la falda de mi nuevo proyecto, habrá fotos de los muchos tropiezos que tengo cuando hago algo XD

Y ya que estoy hablando de Tumblr, aprovecho para informar que estoy volviendo a dibujar poco a poco después de cinco años con el lápiz en huelga y voy a empezar a subir los intentos al blog principal de esa web, por si alguien está interesado (también hay reblogs de fotos de trajes y otras cosas que me gustan 😉 )

Lo mío es «potra»

Ya han salido los temas para el concurso de Yourwardrobeunlockd de este año y he de decir que tengo una suerte que no me la creo ni yo: se mantiene el tema del año pasado para el que estaba haciendo el traje de 1865 😀 ¿Qué quiere decir esto? Que voy a poder presentarme sin tener que parar ninguno de los proyectos que ya tenía en marcha, y tengo tiempo para terminarlo entre junio y enero si no me vuelvo a atascar como con el ahuecador de aros.

Explorando paso a paso II – El cuerpo

Casi dos meses desde la anterior entrada, casi un nuevo récord XD

Para la primera prenda del traje de exploradora decidí ponerme con el cuerpo, para que me diese tiempo a buscar la tela para el resto.

Lo primero que hice fue buscar un patrón en los ejemplares de «La moda elegante» de 1864-65 de la Hemeroteca de la Biblioteca nacional, imprimirlo y montarlo en tela de sábana para ver cómo funcionaba exactamente, antes de empezar a hacer un patrón con mis medidas. Elegí el patrón de un corpiño de muselina que viene en el ejemplar del 11 de junio de 1865, porque lleva frunces en lugar de pinzas, con lo que es más fácil conseguir que quede bien sin llevar un corsé debajo.
Lo que más difícil me resultó de entender fue cómo debía montar las mangas. En las mangas modernas se junta la costura de debajo del brazo con la del lateral y después el centro de la copa (que se marca al patronar) va con la costura del hombro. Aquí no. Por suerte tengo el manual de costura que sacó la editorial de la revista, que aunque sea posterior, por los dibujos puede verse que las técnicas son las mismas. Resulta que la costura interior de la manga se sitúa en el punto donde se mide el alto de pecho en la sisa y el resto donde quede. Después vi que la copa de la manga era demasiado grande para la sisa. En la prueba la funcí a la medida, pero no queda como los ejemplos que he visto con las mangas de ese tipo, así que vuelta a deshacer y a pensar. En la segunda prueba embebí ligeramente la manga al tamaño de la sisa y quedó mejor, pero aún así no me convencía. Y por fin, cuando me llegó por fin el libro de Patterns of Fashion de esa época, ví que cuando no ajustaban bien hacían una pinza bajo el brazo. Así que finalmente he decidido mantener los tamaños de sisa y copa, embeber un poco y hacer una pinza pequeña.
Cuando por fin me probé el cuerpo, me llevé la sorpresa de que con sólo ensanchar un par de centímetros y alargar otros cuatro, quedaba perfecto sin corsé. Seguro que con el corsé ese mismo patrón no necesitaría retoques, así que lo he anotado para el otro vestido de 1865 que estaba haciendo.
La semana pasada hice la prueba final, aún con una sola manga y tela de sábana, pero ya cosida a máquina y con el bajo fruncido para estar totalmente segura antes de cortar la batista. Y menos mal, porque tuve que arreglar otra vez el delantero. Me dí cuenta de que sí, había que ensanchar la cintura, pero no la parte superior del pecho, y que también lo había alargado demasiado, así que deshice los cambios y volví a hacerlos. Fue algo más difícil que la vez anterior porque ahora sí que tuve que modificar la forma del patrón, especialmente de la sisa.
Y ya estas dos últimas semanas he estado cosiendo el cuerpo definitivo. Sí, he ido lentísima, porque en total podría haberlo hecho todo en un fin de semana ^^;

Cosas que me han llamado la atención de la blusa:
– Descubrir que las sisas se rematan con un vivo antes de montar las mangas, al igual que los cuellos si van simplemente redondos.
–  El cuello y la cinturilla en algunas blusas se cierran con corchetes, aunque el resto vaya cerrado con botones.

Es una prenda muy sencilla, pero he aprendido mucho con ella. Ahora toca empezar con el pantalón, pero como con él estoy haciendo un apaño, será más sencillo y tardaré menos.

Referencias:

La moda elegante ilustrada (varios números 1864-65)
The Fasionable Past («1865 sheer bodice» en la sección «antique clothing») – Katherine / Koshka the cat
Manual de la moda elegante ilustrada (1880)
Patterns of Fashion 2 – Janet Arnold

Explorando paso a paso I – Decidiendo

Normalmente con los vestidos lo tengo bastante fácil: veo una ilustración de época, me gusta el vestido y decido hacerlo; a partir de ahí es buscar cómo se hacía y coser. En este caso no iba a ser tan fácil, ya que primero tenía que averiguar cómo vestían las exploradoras de comienzos de la época colonial y ni siquiera sabía por dónde empezar a buscar hasta que Elisabeth compartió información. Entre las pocas de las que he encontrado fotos, hay bastante variedad, pero todas van hasta cierto punto de acuerdo a la moda del momento (incluso en crinolina), excepto en un par de ilustraciones, que llevaban la falda un poco más corta, una chaqueta sobre una blusa y pantalones debajo de la falda.
Buscando más información sobre ese tipo de ropa, me encontré con las «vivandières» o «cantinieres», que acompañaban a algunos ejércitos desde la década de los ’50 del siglo XIX, y de ahí, de nuevo Elisabeth (en serio, no sé cómo lo haces XD) me habló de la moda «bloomer«, que no fue mayoritaria pero sí lo bastante importante como para que haya algunas fotografías.

Por lo que he ido viendo, ese estilo de vestir no era uniforme y había tanta variedad como mujeres lo llevaban; la única constante eran los pantalones (de hombre o tipo bombacho) debajo de una falda que llegaba aproximadamente por media pantorrilla. Otro detalle diferenciador es que no se lleva corsé ni enaguas. Una moda atípica, pero siempre me han gustado las cosas raras 😉

Y éste es el diseño que he elegido: un corpiño blanco, con pantalones, falda y bolero a juego, en verde con adornos de cinta negra.
El corpiño lo haré de batista, con cuello y puños con un bordado sencillo. El resto aún estoy decidiendo si usaré seda sintética, paño de lana o algodón. Probablemente lo que me salga más barato, porque sólo para el bolero se necesitan aproximadamente dos metros, otros cinco o seis para la falda y con suerte las sobreces para el pantalón, que puede hacerse la parte que queda tapada con otra tela más barata.

Ahuecador de aros acabado

Por fin he acabado el ahuecador de aros. En realidad no es una prenda tan difícil, pero se me complicó más de lo que me esperaba. Los aros son de alambre cubierto de plástico, que resiste el peso sin deformarse y es barato (aunque completamente anacrónico). El resto es tela de algodón sacada de dos sábanas.

En foto parece pequeño, pero es lo bastante ancho para que sea difícil entrar por las puertas con él.

El siguiente paso para este conjunto es hacer la enagua, pero como necesito el traje de exploradora para junio, este último tiene prioridad. ¡Toca investigación! 🙂

Proyectos para el 2014

Como no podía ser de otra manera, no me ha dado tiempo a terminar el vestido para el concurso de YWU. Aún estoy terminando el ahuecador de aros, así que no puedo hacer las enaguas, ni la falda ni el cuerpo, y es imposible que sea capaz de hacerlo en un mes.

Con esta premisa, 2014 va a ser el año de terminar lo empezado, excepto un pequeño proyecto nuevo que, como está situado en la década de 1860, aprovecha la ropa interior que hice el año pasado.
Y este año va a haber un pequeño cambio con respecto al anterior, ya que voy a hacer un seguimiento del proceso de confección bastante más detallado, que en 2013 estuve muy vaga con las fotos del proceso cuando esa parte es la más interesante y la menos comentada.

Y con esto y un bizcocho, nos vamos a la lista de lo que, en teoría, traerá el 2014:

– Traje de 1865 con cuerpo de día y noche
– Traje de exploradora de la década de 1860
– Traje de dama del siglo XIII
– Juboncillo del traje «La Pepa»

Es una lista mínima, pero precisamente por eso creo que podré hacerlo todo dentro del año. Se ha quedado fuera el traje de los «locos años 20», lo que me da bastante pena, pero quiero ponerme una meta que sé que puedo cumplir sin quemarme (que ha sido parte del problema de éste año, aunque no se note por el blog)

Jornada sobre figurinismo en medios audiovisuales

El pasado día 30 de noviembre el Museo del Traje de Madrid organizó, aprovechando la exposición del vestuario de la serie «Isabel», una jornada sobre figurinismo en los medios audiovisuales a la que la menda se apuntó exclusivamente por la parte sobre sobre vestuario histórico. Creo que es la primera vez que me apunto a un ‘curso’ de este tipo y salgo tan contenta.

Lo más importante que he aprendido ha sido que al hacer vestuario histórico para televisión hay una serie de problemas que hay superar y que hacen que no se pueda hacer tan fidedigno como a mí me gustaría: Primero, el presupuesto; segundo, el margen de tiempo; tercero, la visión del director y cuarto, lo que los actores van a tener que hacer en escena.

Respecto al presupuesto y al margen de tiempo, nos comentaron que para una serie histórica o una de época (sí, hacen una diferencia), suele haber poco de los dos. En dinero no dijeron, pero en tiempo dos a cuatro meses para un vestuario completo, con lo que salvo para los actores principales lo que toca es alquilar y reutilizar.
En los otros dos temas es igual de difícil, porque si el director quiere que en un escenario medieval las mujeres no se tapen la cabeza, pues no hay más, y si, por ejemplo, una actriz tiene que montar a caballo y correr despendolada por el monte, pues no le puedes poner un polisón y un corsé porque al no estar acostumbrada a llevar ese tipo de ropa no se podría mover.

Además de las ponencias, en el programa del curso estaba una visita a la exposición del vestuario de ‘Isabel’, ya fuera del horario del museo, con lo que tuvimos la sala para nosotros solos y no hubo que pegarse con nadie para poder ver los detalles. Y como siempre, el día que no llevo la cámara es el día que dejan hacer fotos… por suerte tengo una en el móvil, que aunque no da para mucho, algunos detalles sí que pude sacarlos. He subido todas las que saqué a Flickr para quien esté interesado en verlas.

Resumo algunos de los detalles con los que me quedé:
1- Que la famosa «glasilla» que aquí en León nadie sabe lo que es, es la tela blanca de algodón megabarata del ikea que usé para la camisa medieval (tenían un maniquí con una de las pruebas montada)
2- Muchos de los bordados estaban hechos primero en tul y después cosidos al traje.
3- No usar negro para los trajes. El brocado más bonito se pierde al hacer fotos o grabar.
4- Si no tienes la tela adecuada, hazla tú mismo. La capa que Isabel lleva en la escena de la rendición de granada era lisa, y le habían pintado y bordado el «brocado»
5- El bordado en punto de cadeneta es rápido y queda muy resultón, especialmente si lo haces en rayón e hilos metálicos

Y para terminar, una selección de fotos 🙂

De vuelta al meollo

Después de un par de meses, por fin estoy avanzando de nuevo. Estoy con el ahuecador de aros, del que podéis ver una foto más abajo. Tengo aún que retocar la cintura para que asiente mejor y ver qué tengo que hacer para que no se vaya tanto hacia adelante. En realidad es muy sencillo de hacer: primero la falda, después ponerle las cintas donde irán las varillas, la cinturilla y, por último, meter las varillas, pero yo me empecé a liar y lo tuve que dejar reposar XD

Ahuecador de aros

Aunque aún no esté terminado del todo, al menos ya puedo avanzar y empezar a hacer la enagua y tomar las medidas para la falda y el cuerpo. Eso sí, después de ver la cantidad de tela que ha llevado el ahuecador, estoy empezando a preguntarme si tendré tela suficiente para hacer el traje completo: falda, cuerpo de día y cuerpo de noche. Y me ha quedado confirmado que no tengo margen de error a la hora de cortar las piezas definitivas.